Hablaremos de las relaciones entre abuelos y nietos.
Sin duda alguna, una de las etapas bellas que se puede experimentar en la vida es la de conocer a los hijos de tus hijos, porque es la bendición más grande de lo que más amas. Cuando se es abuelo, ya no hay rotundas obligaciones con los hijos que se fueron, ni hay responsabilidad directa en la educación de los nietos. Aunque sí existe siempre el pendiente de que los nietos tengan lo mejor y les vaya bien en la vida.
Un buen abuelo es simplemente acompañar, estar cerca, incluso con la preocupación de cómo no hacer las cosas. Ahora, cualquiera que sea la situación de un abuelo, ya sea que viva en su propia casa o donde viven los hijos casados, cerca o lejos, en la misma ciudad u otra, es importante que sepa ayudar a sus hijos, yernos o nueras, dentro del ámbito familiar, pero con una condición: prestarla sólo y cuando sea preciso y sólo cuando la ayuda sea requerida.