Se lo
define como: "el que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica,
entendiéndose por tal el tiempo transcurrido desde la menarca, y/o
cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen".
La "tasa de fecundidad
adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los años 50 pero en forma
menos marcada que la "tasa de fecundidad general (TFG)",
condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres adolescentes sobre
el total de nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en 1980 del 13,3%; en 1990 del
14,2%; en 1993 del 15%. Este último porcentaje se traduce en 120.000 nacidos
vivos de mujeres menores de 20 años.
La
fecundidad adolescente es más alta en países en desarrollo y entre clases
sociales menos favorecidas, haciendo pensar que se trata de un fenómeno
transitorio porque, de mejorarse las condiciones, ella podría descender.
Para
otros investigadores, la disminución de las tasas de fecundidad adolescente
está cada vez más lejos, ya que el deterioro de las condiciones socioeconómicas
globales hace que se dude sobre la posibilidad de que la mayoría de los países
realicen mayores inversiones en sus sistemaseducacionales
y de salud, para alcanzar la cobertura que el problema demanda.
EE.UU
es el país industrializado con mayor tasa de embarazadas adolescentes, con una
tasa estable del 11,1% en la década de los ´80.
Canadá, España, Francia,
Reino Unido y Suecia, han presentado un acusado descenso de embarazos en
adolescentes, coincidiendo con el aumento en el uso de los contraceptivos.
En
España, en 1950, la tasa de recién nacidos de madres entre 15 y 19 años era del
7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en 1975 alcanzaba el 21,72, para llegar
al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980, al 18/1.000 mujeres y al 11 en 1991. Los
últimos datos hablan de un 35,49/1000 mujeres en
1994, descendiendo al 32,98 en 1995 y al 30,81 en 1996.
Según
el Ministerio de Sanidad y Consumo español,
el 12% de las jóvenes con edades entre 14 y 15 años, han mantenido relaciones
sexuales alguna vez, lo que significa 160.000 en números absolutos, previéndose
que alcanzarán 400.000. Deben tenerse en cuenta, además de los nacimientos de
madres adolescentes y el porcentaje de adolescentes sexualmente activas, los
más de 6.000 abortos ocurridos en mujeres entre los 14 y 19 años por lo que, el
supuesto descenso de la tasa de embarazadas adolescentes, no lo fue tanto.
En
España, a partir de los años ´80, se ha registrado un incremento en el uso de
contraceptivos y preservativos comercializándose, en 1993, unos 40 millones de
preservativos, equivalente a la media más alta de los países de la Comunidad Europea (3,5 preservativos por
habitante). Actualmente es imposible conocer el número de adolescentes que
abortan. Sólo 2/3 de los embarazos de adolescentes llegan al nacimiento de un
hijo; de los nacidos, un 4% son dados en adopción y un 50% permanecen en hogar de madre
soltera. Un 8% de las adolescentes embarazadas abortan y un 33% permanece
soltera durante el embarazo.
En
nuestro país no es esa la tendencia, con una mayoría importante que se mantiene
soltera, en la que prevalece la "unión estable", aunque la incidencia
del aborto en las adolescentes no ofrezca
credibilidad razonable por el importante sub registro que podría llegar a un
aborto registrado por otro no registrado.
Ya se
dijo que la proporción de jóvenes que han iniciado relaciones sexuales va en aumento y que la edad de inicio
está disminuyendo, pero la capacidad para evitar el embarazo no acompaña a este
comportamiento.
En Buenos Aires,
en una encuesta realizada a una población estudiantil
en 1995, se observó que la edad promedio de inicio de relaciones sexuales, fue
de 14,9 años para varones y 15,7 años para mujeres, variando la proporción
según el tipo de escuela a la que asistían (religiosa, laica,
laica de sectores populares). El 95% de los adolescentes de la encuesta
manifestó tener información sobre cómo evitar el embarazo. Un 70% de los que
mantenían relaciones sexuales utilizaban algún método efectivo para evitar el embarazo en la
primera relación, disminuyendo ese porcentaje en las siguientes relaciones,
siendo el preservativo el método más utilizado. Además, el consenso social
sobre la maternidad adolescente se ha ido modificando con los años y los
cambios sociales que los acompañan.
El
embarazo en las adolescentes se ha convertido en seria preocupación para varios
sectores sociales desde hacen ya unos 30 años. Para la salud, por la mayor
incidencia de resultados desfavorables o por las implicancias del aborto. En lo
psicosocial, por las consecuencias adversas que el hecho tiene sobre la
adolescente y sus familiares.
Cuando
la adolescente se embaraza inicia un complejo proceso de toma de decisiones y, hasta
decidirse por uno, aparece siempre el aborto a veces como un supuesto más teórico
que real.
En
1985, en EE.UU, el aborto alcanzó el 42%; los matrimonios disminuyeron del 51%
al 36%. Hoy, la tendencia es de un aumento de los abortos y disminución de
matrimonios, aunque no siempre las decisiones de las adolescentes son conocidas
(abortos o adopción).
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