Un
experto explica cómo las experiencias traumáticos sufridas en la niñez pueden
afectar el estado mental de una persona en su vida adulta.
Por Charles Raison
Los traumas de la niñez pueden manifestarse en la edad adulta.
Los traumas de la niñez pueden manifestarse en la edad adulta.
Lo
más importante
·
Un experto indica que los capítulos
traumáticos de la niñez pueden producir TEPT o depresión en las personas
adultas.
·
El trastorno de estrés postraumático se
produce dependiendo de la severidad de los eventos y de la vulnerabilidad de la
persona
·
Existen diversos tratamientos para
combatir este tipo de estrés
Pregunta de Elissia Cave de Nebraska:
Otros niños me molestaron mucho cuando iba en primer grado
de la escuela primaria. El último día de ese año (cuando peor se puso), a mis
hermanas y a mí nos sacaron de la escuela y nos llevaron a vivir en una casa
adoptiva porque
nuestros padres nos habían descuidado. He estado investigando y creo que tengo
síntomas del trastorno de estrés postraumático. ¿Puede ser que lo que me pasó
haya sido lo suficientemente traumático como para causar el TEPT (trastorno por
estrés postraumático)?
Respuesta del experto
Querida Elissia:
Tu pregunta me recuerda a una frase de mi poeta favorito,
Rainer Maria Rilke, quien dijo: “No creas que el destino es mayor que la
densidad de la infancia”. Conozco a muchas personas en el ámbito personal y
profesional que han pasado sus vidas adultas acosadas
por las penas de la niñez. La psiquiatría está reconociendo
cada vez con más frecuencia que estos tipos de experiencias cotidianas, pero
horribles, pueden producir trastorno por estrés postraumático, dependiendo de la
severidad y la vulnerabilidad de la gente involucrada.
Tu caso es especialmente doloroso de escuchar porque estoy
seguro de que el acoso escolar (o bullying) que experimentaste se hizo
considerablemente más pesado por el hecho de que tus padres eran incapaces de
proporcionarte el tipo de apoyo,
práctico y emocional, que podría haber hecho la diferencia. Que te trasladaran
a una casa adoptiva muestra sin lugar a dudas que la falta de apoyo por su
parte no fue producto de tu imaginación infantil.
Sabemos ahora indudablemente que la niñez es una época de
especial vulnerabilidad al estrés y que el estrés sufrido en este
periodo tiene la habilidad de programar el cerebro de una persona para que esté
en alerta máxima durante el resto de sus vidas.
Este estado de alerta máxima puede haber sido protector en
el pasado remoto, cuando una infancia dolorosa honestamente señalaba que el
resto de la existencia propia probablemente iba a ser peligrosa. Hoy en día,
sin embargo, este estado de alerta máxima no parece tener ningún beneficio, de
hecho, conlleva un costo terrible en términos de todo tipo de perturbaciones mentales y enfermedades físicas.
Realizo muchas investigaciones con
niños adoptados y puedo decirte que a partir de esta experiencia, y a partir de
muchas otras líneas de evidencia, que la experiencia de pasar a cuidados
adoptivos puede ser tremendamente estresante en sí misma. Incluso si los padres
eran negligentes, los niños están programados por naturaleza a aferrarse a
ellos. De hecho, cuanto más negligentes sean los padres, más apegados están los
niños a ellos y más dolorosa es la separación, incluso aunque la separación sea
necesaria por la seguridad del niño.
Así que lo que puedo decir a partir de tu breve pregunta es
que tuviste
una gran cantidad de dolor en tu infancia. Si los problemas con
los que sufres ahora son considerados como TEPT o depresión, u otra
condición, es una pregunta para un especialista en salud mental. El punto
importante por ahora es que no deberías sorprenderte si todavía sufres con las pérdidas
y las heridas de tus primeros años. Finalmente, las buenas noticias es que existen varios tratamientos efectivos que no arreglarán el pasado,
pero que podrán mejorar el futuro.
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