En todo el mundo, niños y niñas viven en las cárceles sin
haber delinquido. Están allí porque a sus madres se les ha acusado o culpado de un
delito. El sistema penitenciario y los oficiales por lo general ignoran a estos niños y sus
necesidades e interés superior quedan sin ser atendidos.
Menores confinados junto con sus
padres