Trastornos de vinculación
La falta de vinculación temprana, tal como se ha explicado, determina una falta de seguridad emocional. Esto puede traducirse, según el caso, en una forma de afectividad exagerada, indiscriminada, expresada hacia cualquier persona pero sin conciencia del peligro que puede suponer.
En su otra vertiente se manifiesta con una respuesta afectiva pasiva, depresiva, incapaz por establecer vínculos adecuados con las personas de referencia. Al mismo tiempo pueden aparecer conductas agresivas.
La falta de vinculación temprana, tal como se ha explicado, determina una falta de seguridad emocional. Esto puede traducirse, según el caso, en una forma de afectividad exagerada, indiscriminada, expresada hacia cualquier persona pero sin conciencia del peligro que puede suponer.
En su otra vertiente se manifiesta con una respuesta afectiva pasiva, depresiva, incapaz por establecer vínculos adecuados con las personas de referencia. Al mismo tiempo pueden aparecer conductas agresivas.
Problemas de aprendizaje
Algunos de estos niños no han recibido una estimulación adecuada en etapas críticas para el aprendizaje. Ello determina que su capacidad de aprendizaje puede haberse visto limitada.
En este colectivo es frecuente el retraso en la adquisición del lenguaje y problemas en la lectoescritura.
Trastornos de la conducta
Está muy documentada la presencia en esta población de la sintomatología TDAH (Hiperactividad, Déficit atencional, Impulsividad). Evidentemente, en estos casos, los síntomas no estarían tan vinculados a un perfil neurológico sino que obedecerían a causas básicamente de tipo emocional y reactivo, si bien, pueden darse componentes de ambas partes lo que acentuaría el problemas.
También podemos encontrarnos con conductas desobedientes, desafiantes y/o agresivas.
B)
TRASTORNOS ASOCIADOS MÁS FRECUENTES
Los padres, en ciertos momentos, pueden sentirse
desorientados y superados por reacciones y conductas que no acaban de entender.
Por regla general, la mayoría de estas conductas, deben ser entendidas en clave
emocional. Hemos explicado ya que una de las características de los hijos
adoptados es la de poner aprueba constantemente el amor incondicional de sus
padres. Ello pueden hacerlo mediante la trasgresión de los límites establecidos
por la familia y creando un desasosiego o frustración en los padres. Ante ello
surgen las dudas y las preocupaciones. Entre otras, destacamos:
-Desorientación. Se pone en duda su capacidad para controlar la situación y si los métodos son los adecuados. Pueden aparecer discrepancias entre la pareja o recriminaciones mutuas tratando de encontrar la mejor solución.
-Culpabilidad. Algunos padres sienten un gran remordimiento cuando castigan al niño. Igualmente se presentan dudas acerca de la intensidad o frecuencia del castigo que es necesario aplicar.
-Desbordamiento. Se describen habitualmente sentimientos de desesperanza y cansancio en torno a dos factores fundamentales y estrechamente asociados.
El primero es de tipo emocional y se manifiesta por la necesidad constante de contacto físico, de recibir muestras de cariño, de asegurar, en definitiva, una proximidad emocional para fortalecer su propia seguridad.
El segundo factor hace referencia a aspectos conductuales de difícil manejo como pueden ser la hiperactividad, déficit de atención, impulsividad, rabietas, baja tolerancia a la frustración, problemas de relación con hermanos (si es el caso), etc.
-Problemas en la pareja. Como consecuencia de los factores antes descritos, la pareja puede ver alterada significativamente su vida cotidiana y ver frustrados en cierto sentido sus expectativas en cuanto a la adopción. Normalmente, con el asesoramiento adecuado, consensuado estrategias comunes y siendo capaces de entender en clave emocional a estos niños, las cosas mejoran sustancialmente.
-Desorientación. Se pone en duda su capacidad para controlar la situación y si los métodos son los adecuados. Pueden aparecer discrepancias entre la pareja o recriminaciones mutuas tratando de encontrar la mejor solución.
-Culpabilidad. Algunos padres sienten un gran remordimiento cuando castigan al niño. Igualmente se presentan dudas acerca de la intensidad o frecuencia del castigo que es necesario aplicar.
-Desbordamiento. Se describen habitualmente sentimientos de desesperanza y cansancio en torno a dos factores fundamentales y estrechamente asociados.
El primero es de tipo emocional y se manifiesta por la necesidad constante de contacto físico, de recibir muestras de cariño, de asegurar, en definitiva, una proximidad emocional para fortalecer su propia seguridad.
El segundo factor hace referencia a aspectos conductuales de difícil manejo como pueden ser la hiperactividad, déficit de atención, impulsividad, rabietas, baja tolerancia a la frustración, problemas de relación con hermanos (si es el caso), etc.
-Problemas en la pareja. Como consecuencia de los factores antes descritos, la pareja puede ver alterada significativamente su vida cotidiana y ver frustrados en cierto sentido sus expectativas en cuanto a la adopción. Normalmente, con el asesoramiento adecuado, consensuado estrategias comunes y siendo capaces de entender en clave emocional a estos niños, las cosas mejoran sustancialmente.
5-
ORIENTACIONES GENERALES PARA LOS PADRES
Hemos expuesto en esta página que el comportamiento
y forma de ser de cada niño es diferente en función de múltiples factores tanto
internos como externos. En los niños adoptados adquieren además gran
importancia su historia previa a la adopción, así como sus posibilidades de
vinculación temprana como elementos principales para asegurar su estabilidad
afectiva y emocional.
Teniendo en cuenta todos estos factores, a continuación exponemos algunas pautas generales para ayudar a los padres a comprender, regular y normalizar aquellas conductas o emociones que sean susceptibles de mejorar en el seno familiar.
Teniendo en cuenta todos estos factores, a continuación exponemos algunas pautas generales para ayudar a los padres a comprender, regular y normalizar aquellas conductas o emociones que sean susceptibles de mejorar en el seno familiar.
1.
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Muchas de las conductas del niño debemos
entenderlas en clave emocional. Por tanto su corrección no sólo pasa por
modificar las conductas externas que se manifiestan sino también trabajar su
origen de base emocional.
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2.
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El niño y la familia necesitarán un tiempo para
adaptarse mutuamente. Los contratiempos y dificultades forman parte de un
proceso natural que irá mejorando si conocemos las características de estos niños
y la forma de actuar.
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3.
|
Debemos ser claros en el establecimiento de los
límites y en el cumplimiento de los castigos cuando los establecemos, pero,
del mismo modo, sabremos dar un soporte afectivo real dedicándoles el tiempo
necesario.
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4.
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Ante conductas disruptivas (rabietas,
desobediencia, etc.) podemos aplicar los métodos tradicionales demodificación de conducta como el tiempo fuera o el coste de la respuesta (retirada de
algún privilegio: jugar a la Play, ver tv. etc.). No obstante, es importante
tener en cuenta algunos detalles en su aplicación dentro de este colectivo:
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1º- Ante episodios disruptivos, no alzar la voz,
no mostrarse excesivamente nervioso lo que podría suponer un empeoramiento de
las cosas. Tampoco intente razonar nada con el niño en ese momento. Limítese
a retirar al niño del escenario (cuando sea posible) o retírense los padres
dejándolo temporalmente sólo.
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2º- Hágale saber que está decepcionado con su
comportamiento (no con él) y que eso pone triste a los padres. De lo que se
trata es de marcar una distancia física y emocional de forma momentánea con
el niño. La idea es que si lo que quiere es llamar nuestra atención o
ponernos a prueba no lo va a conseguir por estos medios y deberá corregirlos.
El niño irá aprendiendo e interiorizando estos patrones aunque puede llevarle
algún tiempo. Muchas de estas conductas obedecen a mecanismos inconscientes y
fuera del control voluntario del niño.
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