La
responsabilidad social de amar a los niños y a las niñas
Por: Mónica Mora (editora)
“Cuando
pensamos en la necesidad de dar amor y cariño a los niños y niñas, nos
imaginamos que ésta es una obligación exclusiva de sus padres y familiares,
pero, ¿será que tenemos algún grado de responsabilidad como sociedad? Según la
Organización de las Naciones Unidas, la sociedad tiene un compromiso enorme con
el bienestar de sus niños y niñas y debe hacer lo que esté a su alcance para
garantizar que se cumplan sus derechos.”
Frente
a nuestros ojos muchos niños son maltratados y sus derechos son vulnerados
reiteradamente, sin embargo como sociedad hemos “aprendido” a guardar silencio,
esquivando el problema y trasladando lo a sus progenitores. Lastimosamente son
los padres quienes en algunos casos transgreden las normas de protección de los
mas pequeños. Quizás como miembros de una comunidad os sentimos con las manos
atadas para actuar frente al problema puesto que también aprendimos que no
debemos intervenir en la vida de otros, sin embargo el compromiso social de
amar a los niños (as) debe llevarnos a tomar medidas que garanticen la
protección de los débiles.
No
se trata de derechos y deberes, se trata de aprender a dar a los niños (as) un
lugar de importancia sentimental en nuestra mente, se trata de aprender a
amarlos como si fueran nuestros, pues al fin y al cabo son hijos de la
sociedad. Cuando amas a alguien no permites que nadie lastime a esa persona, te
dolerá su dolor y te alegrará sus alegrías; del mismo modo, cuando los niños
ocupen un lugar realmente importante en nuestro corazón, podremos como sociedad
garantizar el bienestar y la justicia para ellos, reduciendo las inequidades
que privan a los niños disfrutar de sus derechos humanos. El amor que demos a los
niños se devolverá en favor nuestro, pues una sociedad con niños creciendo en
un ambiente adecuado tendremos una sociedad con menos violencia y problemas de
delincuencia a futuro.
Tu granito de arena
es importante para proteger a los niños (as):
Si
cada miembro de la sociedad aporta una pequeña cuota de compromiso en beneficio
de los niños (as), lograremos hacerle más difícil el camino a los abusadores. A
continuación te proponemos algunas acciones para empezar:
Seguramente en la calle has visto alguna
mujer pidiendo limosna con un bebe en sus brazos. Tal vez ella realmente tenga
necesidad, pero la mayoría de las veces se trata de personas que utilizan a los
niños para generar lástima y obtener mejores resultados. La recomendación es no
dar dinero a estas personas; si el caso ha conmovido tu corazón y quieres
ayudar AL MENOR, brindarle algo de comer, una prenda de vestir o una cobija.
Cuando un niño o niña pide limosna en la calle, lo más seguro es
que detrás de ellos está un adulto que los envía para tal fin. Cuando das monedas o dinero a un niño, realmente no estás ayudando en su necesidad sino
que estás contribuyendo al crecimiento de un negocio rentable que se basa en la
explotación de menores.
Si te enteras de sitios que usan niños con fines sexuales,
turismo sexual o cualquier otra forma de explotación sexual, no dude en
denunciar ante las autoridades.
No discrimines a un
niño por su raza, religión, condición física o social. Por pequeño que sea
notará tu rechazo y marcaras su vida para siempre. La queja recurrente de los
delincuentes mas peligrosos de la actualidad, es que ellos crecieron siendo
rechazados o discriminados por la sociedad.
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