Las imágenes del
cerebro vaticinan el rendimiento educativo, las tendencias adictivas o
delictivas y los hábitos insanos
Un bebé de seis meses con un casco de electrodos
para registrar su actividad cerebral. / Science Photo Library
Leer la mente es tal vez la aplicación más
futurista, y más estremecedora, de las técnicas de neuroimagen que están ahora
mismo en rápido desarrollo. Pero hay otra que puede ser más útil a corto plazo:
la predicción del comportamiento. Los neurocientíficos ya están en condiciones
de utilizar una serie de medidas de la funcionalidad cerebral (neuromarcadores)
para vaticinar el futuro rendimiento educativo de un niño o de un adulto, sus
aptitudes de aprendizaje y sus desempeños favoritos. También sus tendencias
adictivas o delictivas, sus hábitos insalubres y su respuesta al tratamiento
psicológico o farmacológico. El objetivo de los científicos no es llegar a la
sociedad policial caricaturizada en Minority Report, sino
personalizar las prácticas pedagógicas y clínicas para hacerlas mucho más
eficaces y serviciales para la gente.
“Durante más de un siglo”, escriben en Neuron el neurocientífico John Gabrieli y sus colegas del MIT (Massachusetts Institute of Technology, en Boston), “comprender el cerebro humano ha dependido de daños neurológicos acaecidos de manera natural, o de las consecuencias imprevistas de la neurocirugía”. Gracias a ese tipo de casos, algunos muy famosos entre los neurólogos, se pudo determinar el papel esencial para el lenguaje que tiene el córtex prefrontal izquierdo (la célebre área de Broca), por ejemplo, o las áreas implicadas en el comportamiento social, la toma de decisiones o la construcción de nuevas memorias.
Puede constituir una contribución
humanitaria y pragmática para la sociedad, pero ello va a requerir una ciencia
rigurosa y una serie de consideraciones éticas", dice un experto
Pero esta cartografía de las funciones mentales ha
experimentado una explosión en tiempos recientes con el advenimiento de las
técnicas no invasivas de neuroimagen, que han descubierto en miles de
experimentos las áreas –y asociaciones entre áreas— implicadas en la
percepción, el conocimiento, el pensamiento moral, el comportamiento social o
la toma de decisiones económicas. También las peculiaridades de la estructura y
la función cerebral que subyacen a los trastornos psiquiátricos más comunes, y
a la mera diversidad humana que se distribuye dentro de la horquilla 'normal' y
depende de la edad, el sexo, la personalidad y la cultura. Y también de la
genética.
Lo que proponen Gabrieli y sus colegas del MIT es utilizar ese acervo tecnológico capaz de medir la neurodiversidad humana para predecir el comportamiento futuro de las personas. “Esa predicción”, dice Gabrieli, "puede constituir una contribución humanitaria y pragmática para la sociedad, pero ello va a requerir una ciencia rigurosa y una serie de consideraciones éticas”.
Por ejemplo, un tipo de medida con un simple casco de electrodos (completamente no invasiva y llamada ERP, o potenciales relacionados con un suceso), realizada a las 36 horas del nacimiento del bebé y que determina su respuesta cerebral a los sonidos del habla, es capaz de predecir con un 81% de acierto qué niños desarrollarán dislexia a los ocho años. Y por tanto permitirían aplicar programas educativos especiales a esos niños durante los primeros ocho años de vida, un periodo crucial para el aprendizaje del lenguaje y la comprensión de la lectura. Estrategias similares pueden aplicarse al aprendizaje de las matemáticas y la música, donde también las diferencias entre niños son notables.
Lo que proponen Gabrieli y sus colegas del MIT es utilizar ese acervo tecnológico capaz de medir la neurodiversidad humana para predecir el comportamiento futuro de las personas. “Esa predicción”, dice Gabrieli, "puede constituir una contribución humanitaria y pragmática para la sociedad, pero ello va a requerir una ciencia rigurosa y una serie de consideraciones éticas”.
Por ejemplo, un tipo de medida con un simple casco de electrodos (completamente no invasiva y llamada ERP, o potenciales relacionados con un suceso), realizada a las 36 horas del nacimiento del bebé y que determina su respuesta cerebral a los sonidos del habla, es capaz de predecir con un 81% de acierto qué niños desarrollarán dislexia a los ocho años. Y por tanto permitirían aplicar programas educativos especiales a esos niños durante los primeros ocho años de vida, un periodo crucial para el aprendizaje del lenguaje y la comprensión de la lectura. Estrategias similares pueden aplicarse al aprendizaje de las matemáticas y la música, donde también las diferencias entre niños son notables.
Con un simple casco
de electrodos, a las 36 horas del nacimiento de un bebé, se podrá predecir con
un 81% de acierto si desarrollará dislexia a los ocho años
Otro ejemplo importante es la predicción de las
tendencias delictivas. Esto es cualquier cosa menos una novedad. “El sistema
judicial”, explica Gabrieli, “ya está plagado de solicitudes (por parte de los
jueces, del fiscal o de los abogados de una de las partes) de predicción del
comportamiento futuro del procesado, que se utilizan para elaborar dictámenes
sobre qué fianza imponer, qué sentencia dictar, o qué régimen de libertad
condicional imponer”.
Todo esto ya existe, pero se basa en dictámenes de expertos que, actualmente, resultan tremenda y demostradamente imprecisos. Los análisis de neuroimagen que miden el grado de impulsividad del sujeto, su control cognitivo y su capacidad de resolución de conflictos cognitivos, entre otros, tienen el potencial de informar la decisión del juez con una precisión mucho mayor que los actuales dictámenes de expertos. Son solo algunos ejemplos de las posibilidades de esta técnica.
Todo esto ya existe, pero se basa en dictámenes de expertos que, actualmente, resultan tremenda y demostradamente imprecisos. Los análisis de neuroimagen que miden el grado de impulsividad del sujeto, su control cognitivo y su capacidad de resolución de conflictos cognitivos, entre otros, tienen el potencial de informar la decisión del juez con una precisión mucho mayor que los actuales dictámenes de expertos. Son solo algunos ejemplos de las posibilidades de esta técnica.
En la resolución de
delitos, los análisis de neuroimagen tienen el potencial de informar la
decisión del juez con una precisión mucho mayor que los actuales dictámenes de
expertos
Y que sirven también para revelar
los profundos y delicados problemas éticos que suscita esta propuesta de los
científicos de Boston. La cuestión principal es encontrar formas legales de
garantizar que toda esa información predictiva se utilice para ayudar a los
ciudadanos, y no para que las empresas o las instituciones seleccionen a la
gente que tiene más probabilidades de éxito. Este, de hecho, es un problema tan
difícil que cabe preguntarse si la neuroimagen va a causar más daño que
beneficio social.
Pero Gabrieli y sus colegas no lo creen así, por la sencilla razón de que las prácticas actuales son ya muy cuestionables. “Se ha demostrado”, arguyen los científicos, “que las decisiones sobre libertad condicional que toman incluso los jueces más experimentados vienen afectadas por factores como la hora del día y la proximidad de la hora de comer”. Un criterio objetivo de neuroimagen siempre será mejor que esa ruleta, opinan los investigadores del MIT.
Toda nueva técnica plantea en el fondo el mismo dilema ético: que se puede usar bien o mal. Si la experiencia sirve de algo, cabe predecir que al final ocurrirán ambas cosas. Aquí hay material para guionistas inteligentes.
Pero Gabrieli y sus colegas no lo creen así, por la sencilla razón de que las prácticas actuales son ya muy cuestionables. “Se ha demostrado”, arguyen los científicos, “que las decisiones sobre libertad condicional que toman incluso los jueces más experimentados vienen afectadas por factores como la hora del día y la proximidad de la hora de comer”. Un criterio objetivo de neuroimagen siempre será mejor que esa ruleta, opinan los investigadores del MIT.
Toda nueva técnica plantea en el fondo el mismo dilema ético: que se puede usar bien o mal. Si la experiencia sirve de algo, cabe predecir que al final ocurrirán ambas cosas. Aquí hay material para guionistas inteligentes.
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