jueves, 25 de agosto de 2011

Comportamiento Humano: MANIPULACIÓN INFANTIL - IV y Última Parte


Qué difícil es ser padres ¿no es cierto? Es mucha más sencilla la teoría que la práctica.  Siempre se sabe, teóricamente, que es lo que un padre en determinada circunstancia debe hacer, pero cuando en la práctica debe  llevarlo a cabo, hay muchas variantes que hacen muy difícil la decisión. Los sentimientos, por ejemplo, son una de esas variables. ¿Cómo hacer para decirle que no a un hijo cuando este llora, grita o patalea? Es muy difícil ir en contra de los sentimientos y muchas veces los padres ceden en determinadas situaciones con tal de no ver sufrir a su hijo. Es ahí cuando comienzan a forjarse los niños manipuladores.

Los niños manipuladores son aquellos capaces de hacer cambiar el rumbo de una decisión de sus padres. Esa es una capacidad innata de los niños, pero que depende,  pura y exclusivamente, de los padres evitar que se desarrolle. Pero ahora bien, ¿Cómo hacerlo? ¿Cuándo decir qué no? ¿Cuándo decir basta?
La historia comienza cuando son bebés, cada llanto del niño es una llamada de alerta para los padres, un pedido de  alimento, abrigo, cuidados, limpieza, caricias, y lo que sea necesario para calmar su llanto.
A medida que el niño vaya creciendo ira formando gradualmente su capacidad de pedir sin discriminar hasta donde. De pedir dulces, de pedir un helado, de pedir regalos, etc. La idea es que los padres puedan darle lugar a esas demandas pero sin permitir el abuso. Deberá conseguir que niño desarrolle su capacidad de comprender y elaborar. Deberán trazar límites razonables a todo lo que exceda la capacidad de responder los requerimientos.
Manipulación Infantil
Manipulación Infantil
De esa forma, el niño comenzará a entender que no todo lo que pide se le será dado, que hay cosas que no están a su alcance con un simple llanto. De esta manera los niños comienzan a comprender un orden lógico que tendrán que aceptar. El problema radica en que si este orden lógico, producto de las limitaciones a todos sus interminables pedidos, no se produce a tiempo, comenzaremos a ver que su capacidad de pedir y obtener será cada día mayor. Llegando, de esta forma, a lo que conocemos como manipulación.
El problema más grande llega cuando esa manipulación excede los niveles más cercanos, que son los padres,  llegando hasta cualquier persona próxima al  niño.
Para evitar estas situaciones es importante que los padres pierdan sus inseguridades, es decir, por ejemplo, el miedo a perder el amor de su hijo. Esto como primera medida. Luego, es aconsejable, si los problemas persisten, pedir ayuda a un profesional, para evitar que dichos problemas se expandan a todos los ámbitos sociales en los que el niño actúa. 


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