La
placentera sensación de consumir una droga puede acarrear, a la larga, serios
problemas de salud, especialmente en los jóvenes.
A la larga, el consumo de drogas provoca depresión y aislamiento.
Foto: EFE
Por:
Jeanette Muñoz López y Jimena Herrerías Contreras*
PUBLICADO: MAR,
27, 2014 6:19 PM EST
Qué
buscan los jóvenes al consumir alguna droga? La respuesta es simple: placer. Ya
sea con sustancias legales como el alcohol y el tabaco o con
ilegales como los inhalan tes, la cocaína, la heroína o la marihuana, los
usuarios buscan las sensaciones de bienestar inducidas por el consumo.
Todas las
drogas que producen adicción tienen la característica en común de liberar
dopamina, un neurotransmisor que, al estimular el sistema nervioso central,
provoca alegría, des inhibición y, en algunos casos,
falta de cansancio y una mayor facilidad para concentrarse, explicó
el psiquiatra Serapio Palma Patricio, médico especialista en adicciones.
Sin
embargo, advirtió: “el uso continuado de drogas produce cambios en el estado de
ánimo; las personas sufren tristeza, desmotivación y falta de energía; pierden
el interés en actividades que antes les agradaban, dejan de asearse y duermen
mucho tiempo. Hay cambios en su conducta, se vuelven irritables y poco
tolerantes a la frustración”.
Estas
modificaciones en el comportamiento, dice, tienen como trasfondo una
alteración en el equilibro de los neurotransmisores, moléculas que
transportan la información entre las neuronas y provocan la estimulación o la
inhibición de diversas áreas del cerebro que regulan nuestro comportamiento.
Las consecuencias del consumo
En
general, la presencia continua de dopamina en el organismo provoca que las
personas se vuelvan dependientes de ella. “Después de determinado tiempo, las sustancias , sobre todo el alcohol y
el tabaco, producen algo que se conoce como síndrome de abstinencia.
El cuerpo tiene una serie de manifestaciones físicas que van desde temblor,
taquicardia y sudoración de las manos, hasta una fuerte necesidad de consumir”.
Al usar
la droga de nueva cuenta, afirmó el especialista, disminuyen los síntomas, con
lo que el ciclo vuelve a comenzar. A largo plazo, la primera enfermedad
que se manifiesta es la depresión. También puede haber micro infartos a
nivel cerebral, por lo que es frecuente la pérdida de memoria.
Las
afectaciones sobre el sistema dopaminérgico, que es a donde llega el común de
las sustancias, también pueden inducir alucinaciones, delirios y
paranoia. Es probable además que se presenten movimientos involuntarios,
temblor o rigidez, señaló el doctor Palma.
Padres alerta
Es importante, recomienda, que los padres de familia y los profesores
estén al tanto de los cambios anímicos o de conducta en los niños y los
adolescentes, pues el consumo en estas etapas de la vida puede ser
particularmente peligroso.
La maduración cerebral termina entre los 22 y los 24 años , por lo que el uso de
drogas antes de esta edad puede inhibir el proceso de fortalecimiento
de los circuitos neuronales, lo que genera algunos de los problemas que
hemos mencionado.
En el mismo sentido, la experiencia muestra que los hijos de mujeres que
consumen durante el embarazo son irritables, hiperactivos y pueden
tener problemas para dormir. Una de las enfermedades asociadas al consumo
de drogas durante la gestación es el Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad.
En general, concluyó el experto, las drogas tienen la potencialidad de
alterar la salud física y mental de las personas. Para evitar que lleguen a
convertirse en un factor que altere la calidad de vida, lo mejor es prevenir y buscar
la asesoría de instituciones especializadas.
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