LA SORPRESA
Sorpresa es un breve estado emocional, resultado de un
evento inesperado. Es una de las dos emociones Puede tener cualquier valencia,
es decir, que puede ser neutral, agradable, o desagradable.
En consecuencia, algunos
especialistas no categorizan la sorpresa en sí misma como una emoción.
La sorpresa se expresa en el
rostro por las siguientes
características:
·
Cejas que se elevan a fin de que se conviertan en curvas y altas.
·
Se estira la piel debajo de las rodillas.
·
Se abren los párpados, se levanta el superior y se baja el
inferior, exponiendo a menudo la esclerótica sobre y
debajo del iris.
Espontánea o involuntaria, la
sorpresa es con frecuencia expresada por sólo una fracción de segundo. Puede
ser seguida inmediatamente por la emoción de miedo o alegría. Por ejemplo, la
frase: "Eileen dice que puedes bailar", seguida de la respuesta:
"Sorpresa", apela a la espontaneidad de gestos que este estado de
ánimo genera en las personas al presentarse ante una situación hilarante. La intensidad
de la sorpresa está relacionada con cuánto cae la mandíbula, sin embargo,
algunas personas no abren la boca durante esta emoción. La elevación de las
cejas, al menos momentáneamente, es el más distintivo y previsible signo de la
sorpresa.
LA AVERSIÓN
El término aversión es aquel que se utiliza para referirse a un
sentimiento negativo que una persona puede tener respecto de otra persona, de
un objeto, de una situación, etc. La aversión, a diferencia de otros sentimientos negativos, se basa en cierta
irracionalidad o en cierta falta de dominio que la persona tiene sobre esa
sensación. En realidad, la mayoría de las sensaciones o sentimientos negativos
esconden cierta irracionalidad o trabajan sobre la mente a nivel inconsciente, por lo cual no es fácil, como en el caso de la aversión,
descifrar completamente a qué se deben. La idea de aversión se diferencia por
ejemplo de la idea de repudio ya que esta última suele relacionarse con cierta
elección consiente de la persona sobre el objeto que genera malestar (por
ejemplo, cuando se repudia a las personas que maltratan a los animales). Sin
embargo, la aversión ya nos da una idea de un sentimiento interno que la
persona no sabe ni puede explicar bien y que no puede controlar, por lo cual
surge cada vez que se piensa en el objeto de disgusto en cuestión.
La aversión es un tipo de sentimiento muy difícil de explicar en
términos racionales y esto es lo que hace que sea tan difícil de solucionar en
aquellos casos en los que presenta verdaderas complicaciones para la persona.
Todos los individuos presentan en mayor o menor medida algún grado de aversión
destinada hacia algo o alguien: algún alimento, algún insecto, algún tipo de personalidad,
algún acto o circunstancia, etc. Esto no significa necesariamente que la
persona no pueda vivir normalmente con esa aversión.
Sin embargo, hay casos en los que esa aversión es inexplicable y
la persona no puede controlar efectivamente su sensación de malestar o disgusto
por lo cual se ve confrontada a sufrir o a evitar situaciones en las que ese
objeto de aversión aparezca. En muchos casos, la aversión se puede convertir en
una obsesión o manía y dificultar seriamente la vida de una persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario