LA IRA
¿Qué es la ira?
Tenemos
muchas emociones. Puedes sentirte feliz, triste o celoso. La ira es solo otro
sentimiento. Es perfectamente natural enojarse algunas veces; de hecho, es
importante enojarse a veces. Pero la ira debe liberarse de forma apropiada o te
sentirás como una olla con agua hirviendo y la tapadera puesta. Si no dejas que
salga el vapor, ¡el agua subirá y hará saltar la tapadera! Cuando eso pasa, no
resulta divertido para nadie.
¿Has
perdido alguna vez los estribos? ¿Gritaste o sentiste ganas de golpear a
alguien? Tal vez tu hermano pequeño entró en tu cuarto y echó mano a tus
juguetes sin tu permiso. O quizás la maestra te mandó demasiados deberes o un
amigo te pidió prestado tu videojuego favorito y lo rompió. ¡Eso te enojó!
Todo el mundo se enoja. Tal vez
tú pierdes los nervios o "explotas". La ira puede incluso ser algo
bueno: cuando se trata injustamente a los niños, la ira puede ayudarles a
defenderse. Lo difícil es saber qué hacer con esos fuertes sentimientos.
¿Qué te hace enojar?
Hay
muchas cosas que pueden provocar la ira en los niños. Puedes enojarte cuando
algo no sale como tú quieres. Tal vez te enfurezcas contigo mismo cuando no
entiendes la tarea o cuando tu equipo pierde un partido importante. Puedes
frustrarte cuando te resulta difícil alcanzar algún objetivo. Esa frustración puede
provocar ira.
Esos niños que se burlan de ti o te insultan pueden hacerte enojar. O puedes enfadarte con tus padres si
consideras que alguna de sus reglas es injusta. Lo peor de todo es cuando te
echan la culpa por algo que no has hecho. Pero también es posible enojarse sin
saber porqué.
¿Cómo sé si estoy enojado?
Hay
diferentes formas de sentir la ira. Normalmente, tu cuerpo te dirá cuándo estás
enojado. ¿Estás respirando más rápido? ¿Tienes la cara colorada? ¿Tus músculos
están tensos y los puños fuertemente cerrados? ¿Sientes ganas de golpear a
alguien o de romper algo? La ira puede hacer que grites a las personas que
tienes a tu alrededor e, incluso, a las personas que te caen bien o quieres.
Algunas
personas ocultan su ira en lo más profundo de su ser. Si haces eso, puede
dolerte la cabeza o el estómago. Puede que, simplemente, te sientas mal contigo
mismo y empieces a llorar. No es bueno esconder la ira, así que deberías
encontrar una manera de liberarla sin herir a nadie (incluido tú).
¿Qué debo hacer si me enojo?
No pierdas el control.
Desquitarse con los demás no resuelve nada. En cambio, reconoce que estás
enojado y trata de saber porqué. ¿Qué puedes hacer tú para evitar que la situación se
repita? Si a tu hermana pequeña le dan un juguete y a ti no, no está bien
romper ese juguete. Tal vez puedas pedirle que lo comparta contigo. O si tu
tarea de ciencias es demasiado difícil, no hagas pedazos el cuaderno; pide a
tus padres o a la maestra que te ayuden.
Es bueno hablar de tu ira con un adulto, como tus padres, un maestro o un
pariente. Cuando hablas de tu ira, esos sentimientos negativos suelen empezar a
desaparecer.
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