Prevalencia
Los estudios que se han realizado en las últimas dos décadas
sobre la prevalencia de esta forma de violencia de pareja han revelado que
este fenómeno es más común de lo que anteriormente se pensaba. De acuerdo con
Lewis y Fremouw (2001), este tipo de violencia antes era considerado
insignificante o muy raro, por lo que la investigación especializada se había
centrado en las parejas maritales o en convivencia.
La mayoría de los estudios de prevalencia de este tipo de
violencia se han realizado, por obvias razones, con adolescentes y jóvenes
adultos, analizándose ya sea su perpetración, su victimización o ambas
circunstancias. En Estados Unidos, de donde proviene buena parte de la
literatura sobre este tema, la prevalencia de adolescentes víctimas de alguna
forma de violencia por parte de su pareja oscila entre el 18 y el 32% (Howard
y Wang, 2003). De acuerdo con Cornelius y Resseguie (2007), existen además
datos que muestran que cuando en la investigación de dicha prevalencia se
incluye la agresión de tipo verbal, esta prevalencia puede incrementarse
hasta en un 88%. Como se podrá observar más adelante, los datos provenientes
de diferentes estudios señalan que la violencia verbal tiende a ser la más
frecuente, mientras que la física y la sexual exhiben tasas de prevalencia
ostensiblemente menores.
Los estudios realizados indican:
- La edad en que son más vulnerables
a la violencia es en la adolescencia.
- Es una situación que se mantiene en silencio porque la gran mayoría
considera que son conductas normales, que no aumentarán y no se atreven a
denunciar.
- Es más común que la ejerzan los hombres, sin embargo las mujeres también
utilizan formas de control como la manipulación y el chantaje.
- Puede darse al poco tiempo de iniciar el noviazgo, después de algunos meses
o años y seguramente continuará en caso de que lleguen a casarse.
- Esta situación se da en todos los estratos sociales aunque es mayor en las
áreas urbanas.
- Una pareja violenta es muy probable que tenga antecedentes de violencia en
su familia y su conducta no cambiará espontáneamente.
- Inicia con la violencia psicológica después se pasa a la física y luego a
la sexual.
No te insulta o te golpea porque te
ama
La violencia en una relación de
pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional
como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra
persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el
ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o
los golpes.
Al principio algún comentario
incómodo, un jaloneo o una bofetada pueden parecer como parte del juego entre
los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso se llega
a la hospitalización o la muerte.
La pareja no se da cuenta de la
situación que está viviendo porque hay factores a su alrededor que les
impiden ver el rumbo que lleva la relación; el estar enamorados no les
permite pensar objetivamente por lo que no se dan cuenta que están ejerciendo
violencia sobre su pareja o son víctimas de esta.
Cuando nos enamoramos idealizamos a
nuestra pareja y nos creemos capaces de superar esa "mala racha",
tolerarla e incluso perdonar "sus arrebatos", porque después de
todo pensamos que si nos tratan o tratamos de cierta manera es por amor, sin
embargo es preciso tener en cuenta que los novios no deben confundir maltrato
y ofensas con amor e interés por la pareja.
Cómo se manifiesta la violencia en el
noviazgo
Para saber si tu relación es violenta
simplemente debes analizar cómo te sientes cuando estás a su lado; es decir
te sientes libre de comentar o hacer cualquier cosa, o tienes que cuidarte de
tus comentarios y comportamientos porque temes que en cualquier momento se
enoje y se ponga agresivo(a).
Otra forma es analizar si en tu
relación se encuentran ciertos comportamientos que normalmente se repiten,
por ejemplo:
1.- Tu pareja se tensa
constantemente, su tensión se acumula y crece tanto que insulta y
reprocha.
2.- Te agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.
3.- Busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar y te
llena de obsequios y se muestra muy complaciente.
Cuando este ciclo sucede más de una
vez en la relación o la pareja tiene episodios de agresión que aparecen de la
nada, se está ante un caso de violencia que debe ser detenido y atendido.
Actitudes violentas
Físicas
- Empujones.
- Arañazos.
- Puntapiés.
- Bofetadas.
- Puñetazos.
- Mordeduras.
- Estrangulamiento.
- Agresiones
con armas.
Violencia emocional
- Insultos.
- Gritos
- Amenazas.
- Intimidaciones.
- Castigos.
- Sometimiento.
- Chantajes.
Violencia sexual
El tipo más frecuente de esta
agresión es la llamada violación por confianza, sucede cuando la pareja es
presionada a tener actividad sexual; luego de insinuaciones, chantajes y
amenazas, finalmente la pareja logra que acepte sostener relaciones sexuales
con ella, aún en contra de sus deseos.
Otros comportamientos que son signo
de que tu pareja está siendo violenta son:
- Controla
todo lo que haces y exige explicaciones. Quiere saber con lujo de
detalles a dónde vas, dónde estuviste, con quiénes te encontraste o a
quiénes vas a ver, los horarios y el tiempo que permaneciste en cada
lugar, cuánto tiempo estarás fuera, el horario de regreso, etc. Y para
comprobar que dices la verdad te llama constantemente.
- Revisa
tus pertenencias, tu diario, celular o correo electrónico para conocer
"la verdad".
- Vigila,
critica o pretende que cambies tu manera de vestir, de peinarte, de
maquillarse (para la mujer), de hablar o de comportarte.
- Presiona
para que hagas dietas o ejercicio.
- Te
hace sentir menos al compararte con otras personas.
- Te
prohíbe, amenaza o manipula con respecto a los estudios, el trabajo, las
costumbres, las actividades o las relaciones que desarrollas.
- Limita
y trata de acabar la relación que tienes con los parientes, los amigos,
los vecinos, los compañeros de estudio o trabajo; ya que no confía en
que puedan ser una buena influencia para ti.
- Tu
pareja decide cuando verse, a qué hora, dónde, tipos de salidas, etc.;
todo de acuerdo a su conveniencia.
- Si
le preguntas o le pides alguna explicación, se exalta, culpa a los demás
por estar en contra de su relación, pero jamás responde a su conducta.
- Se
niega a conversar o a discutir con franqueza acerca de los conflictos o
los desacuerdos de la pareja.
- Coquetea
con otras personas delante de ti o en secreto.
- Es
una persona agradable, simpática y respetuosa con los demás, pero totalmente diferente contigo.
- Tiende
a hacer escándalos en público o en privado por cualquier causa.
- Se
enoja y te hace la ley del hielo (no te habla) por mucho tiempo.
- Te
provoca miedo por sus reacciones.
- Ha
habido agresión física: Jalón de pelo, empujones, cachetadas, etc.
- Te
ha tocado, besado o acariciado sin consentimiento.
- Te
ha presionado para tener relaciones sexuales.
Consecuencias
- Depresión
que te puede llevar e pensar en el suicidio.
- Aislamiento.
- Fracaso
escolar o deficiente en el rendimiento laboral.
- Trastornos
en la alimentación.
- Trastorno
en el sueño.
- Adicción.
- Embarazos
no deseados.
- Infecciones
de transmisión sexual.
- Agresiones
físicas que pueden atentar contra tú salud física y emocional.
¿Qué hacer?
Si estás ante un caso de violencia en
tu relación de pareja, debes saber que el problema es estrictamente de la
persona violenta, tiene que ver con su historia y no con lo que hagas o dejes
de hacer.
En el noviazgo la violencia es muy
sutil y va creciendo poco a poco con el tiempo, de hecho las personas sin
darse cuenta y al vivir en un entorno violento, frecuentemente aprenden a
relacionarse de esta manera.
Siempre estás a tiempo, haz un alto y
busca entender lo que está pasando, toma las decisiones necesarias como
alejarte, pedir ayuda a un profesional especializado y denunciar.
Que no se te olvide que las conductas
que son violentas para nada enriquecen ni estimulan tu relación, al contrario
la enferman. No es válido pensar "sólo estamos jugando", "me
cela porque me quiere", "me dice cómo vestirme porque se preocupa
por mí", "Me vigila todo el tiempo, porque no quiere que me pase
nada" o "Me golpeó porque yo lo provoqué".
Y recuerda
- Da pero también exige respeto.
- El noviazgo es para conocerse y disfrutarse no para temer, manipular, ni
lastimar.
- Tú tienes el poder para decidir sobre tu felicidad, sobre a quién debes
amar y sobre tu sexualidad, nadie debe obligarte ni someterte.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario