- El tipo más frecuente de esta
agresión es la llamada violación por confianza, sucede cuando la pareja es
presionada a tener actividad sexual; luego de insinuaciones, chantajes y
amenazas, finalmente la pareja logra que acepte sostener relaciones sexuales
con ella, aún en contra de sus deseos.
- comportamientos que son signo
de que tu pareja está siendo violenta son:
- Controla
todo lo que haces y exige explicaciones. Quiere saber con lujo de
detalles a dónde vas, dónde estuviste, con quiénes te encontraste o a
quiénes vas a ver, los horarios y el tiempo que permaneciste en cada
lugar, cuánto tiempo estarás fuera, el horario de regreso, etc. Y para
comprobar que dices la verdad te llama constantemente.
- Revisa
tus pertenencias, tu diario, celular o correo electrónico para conocer
"la verdad".
- Vigila,
critica o pretende que cambies tu manera de vestir, de peinarte, de
maquillarse (para la mujer), de hablar o de comportarte.
- Presiona
para que hagas dietas o ejercicio.
- Te
hace sentir menos al compararte con otras personas.
- Te
prohíbe, amenaza o manipula con respecto a los estudios, el trabajo, las
costumbres, las actividades o las relaciones que desarrollas.
- Limita
y trata de acabar la relación que tienes con los parientes, los amigos,
los vecinos, los compañeros de estudio o trabajo; ya que no confía en
que puedan ser una buena influencia para ti.
- Tu
pareja decide cuando verse, a qué hora, dónde, tipos de salidas, etc.;
todo de acuerdo a su conveniencia.
- Si
le preguntas o le pides alguna explicación, se exalta, culpa a los demás
por estar en contra de su relación, pero jamás responde a su conducta.
- Se
niega a conversar o a discutir con franqueza acerca de los conflictos o
los desacuerdos de la pareja.
- Coquetea
con otras personas delante de ti o en secreto.
- Es
una persona agradable, simpática y respetuosa con los demás, pero totalmente diferente contigo.
- Tiende
a hacer escándalos en público o en privado por cualquier causa.
- Se
enoja y te hace la ley del hielo (no te habla) por mucho tiempo.
- Te
provoca miedo por sus reacciones.
- Ha
habido agresión física: Jalón de pelo, empujones, cachetadas, etc.
- Te
ha tocado, besado o acariciado sin consentimiento.
- Te
ha presionado para tener relaciones sexuales.
- Depresión
que te puede llevar e pensar en el suicidio.
- Aislamiento.
- Fracaso
escolar o deficiente en el rendimiento laboral.
- Trastornos
en la alimentación.
- Trastorno
en el sueño.
- Adicción.
- Embarazos
no deseados.
- Infecciones
de transmisión sexual.
- Agresiones
físicas que pueden atentar contra tú salud física y emocional.
¿Qué hacer?
Si estás ante un caso de violencia en
tu relación de pareja, debes saber que el problema es estrictamente de la
persona violenta, tiene que ver con su historia y no con lo que hagas o dejes
de hacer.
En el noviazgo la violencia es muy
sutil y va creciendo poco a poco con el tiempo, de hecho las personas sin
darse cuenta y al vivir en un entorno violento, frecuentemente aprenden a
relacionarse de esta manera.
Siempre estás a tiempo, haz un alto y
busca entender lo que está pasando, toma las decisiones necesarias como
alejarte, pedir ayuda a un profesional especializado y denunciar.
Que no se te olvide que las conductas
que son violentas para nada enriquecen ni estimulan tu relación, al contrario
la enferman. No es válido pensar "sólo estamos jugando", "me
cela porque me quiere", "me dice cómo vestirme porque se preocupa
por mí", "Me vigila todo el tiempo, porque no quiere que me pase
nada" o "Me golpeó porque yo lo provoqué".
Y recuerda
- Da pero también exige respeto.
- El noviazgo es para conocerse y disfrutarse no para temer, manipular, ni
lastimar.
- Tú tienes el poder para decidir sobre tu felicidad, sobre a quién debes
amar y sobre tu sexualidad, nadie debe obligarte ni someterte.
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