Cuando nacieron, catorce años atrás, eran Wyatt y Jonas. Gemelos, de Boston (Estados Unidos), creciendo juntos y desarrollándose en paralelo. ¿En paralelo? Los dos hermanos son ahora hermano y hermana, merced a un cambio de sexo operado en uno de los adolescentes. Ahora se llaman Nicole y Jonas.
Según informa el Boston Globe, la transformación de Wyatt en Nicole ha sido posible gracias a su valentía, unos padres comprensivos y un doctor pionero en la materia.
Dicen sus padres que, desde que eran niños, las diferencias eran claras: uno jugaba con las figuras de acción y los superhéroes, mientras que el otro mostraba predilección por adornos y tutús. Wyatt tenía tan solo ¡4 años! cuando pidió disfrazarse de princesa por Halloween. En aquella ocasión, su madre condescendió... y lo vistió de príncipe.
En algún momento de su infancia, Wyatt replicó a su padre, que se enfadaba con su tendencia a vestirse con los trajes de su madre: "Algún día tendrás que aceptarlo, tienes un hijo y una hija"... Los gemelos idénticos no lo eran tanto.
Ahí comenzó la transformación, porque primeramente tuvieron que acostumbrarse a la idea de que tenían un niño y una niña en casa. Los padres dudaron durante algún tiempo sobre la verdadera naturaleza de las "derivas" que su hijo mostraba: ¿no sería nada más que un pasatiempo? ¿Es posible determinar, a una edad tan temprana, si una niña vive en el cuerpo de un niño?
El Children's Hospital de Boston está desarrollando una serie de técnicas para ayudar a las familias en este tipo de situaciones. Se ha especializado en los "niños transgénero". Desde lo psicológico hasta lo físico, tratan de orientar en las dificultades de aceptar a un niño en esa situación. Una de las terapias médicas consiste en un tratamiento hormonal que bloquea el desarrollo de la pubertad. De esta manera, la "transformación" al otro sexo cuando se convierta en adulto no sería tan complicada.
Los padres de Wyatt le dejaron empezar con el tratamiento psicológico a los 9 años. A los 11, se inició la terapia hormonal; para entonces, su padre todavía no estaba de acuerdo. Su hijo pasó a llamarse Nicole y, como niña, empezó a identificarse tanto en casa como en la escuela.
Mientras los doctores estaban satisfechos con el desarrollo que mostraba Nicole, en el colegio las cosas no se pusieron fáciles. Finalmente, la familia tuvo que trasladarse y buscar otra escuela donde no pusieran tantas trabas a la integración de su nueva identidad. El Children's Hospital intenta, con su trabajo, minimizar los riesgos de depresión y sociopatía detectando los casos de personas "transgénero" años antes de la edad adulta.
¿Cómo vivirías un cambio similar en uno de tus hijos? ¿Estamos preparados para niños transformados en niñas como Nicole?
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